Noche de insomnio

Noches de insomnio, de esas que van pasándo las horas que ves como los minutos del reloj digtal van pasándo lentamente y tan despacio que las horas son eternas. El nerviosismo de querer dormir se junta con la ansiedad de ver pasar esas horas y las que te quedan, pocas para el descanso.
Cierras los ojos y de repente aparece una pantalla blanca delante de tí como si estuvieras en un cine y te encuentras sola...
Una cara pícara pero con aires de grandeza se dispone a hablar, no esperas que la conversación sea desagradable porque las cosas han ido bien hasta ahora. Esa expresión se torna malévola a medida que van pasándo los minutos, expresiones sin sentido, frases que no vienen a cuento, palabras disfrazadas de venganza. Y, ¿ qué aparece en mi pantalla en letras grandes y en negrita ?
COMPRENSIÓN
Esa cara solo necesita COMPRENSIÓN incluso cuando solo insulta o desprecia a los demás. Está tan acostumbrada a no recibir nada que cuando lo hace esto despierta miedo en su ser y rechazo. Pero hasta la pesona mas paciénte se cansa de los procesos cíclicos de esa cara y empieza a comprender que quizás solo estén jugándo con sus huesos por mero entretenimiénto cruel.
La venganza es un plato que se sirve frío pero cuando ya no te importa la persona de la que viene ésta se vuelve innecesária, vanal, en conclusión que no sirve para nada...
Pobre aquél que piensa que todo lo que hace o dice provoca en los demás algo insospechado o doloroso porque si no es así todo su tiempo ha sido en vano y por tanto, no aprovechado.
Pobre demonio herido... si no es más que un alma atormentada en su propio mundo. Mundo creado por él, viciado y requemado por las llamas de su pensamiénto.

Abro los ojos.

No he podido dormir todavía pero solo una frase queda en esa pantalla ya fantasma...
ME DESPOJO DEL DEMONIO Y DISFRUTO DE MI ARCÁNGEL.
Me voy a la cama con mi hijo y allí como si Ethan fuera el único en mi vida capaz de sosegarme, me duermo.
Me despierta mi arcángel a las siete de la mañana, me voy a mi cama y una vez allí me prometo a mi misma machacar mi cuerpo cada día para poder cansarlo y así no tener que vencer nunca mas al diablo.
Y recuerdo que la VENGANZA será mía pero no en un plato frío, ni recalentado sinó mas bien por no haber cogido a tiempo una mano que le ofrecía ayuda. Mi venganza ya fué servida hace tiempo y perdurará en el tiempo...

Y ahora solo quiero pescaítos pá mi gente y tupperwares de sonrisas !!!