He vuelto a caer en las redes de una tentación. Creía haberla superado por completo, había pasado mucho tiempo, ya ni me acordaba de su sabor.
Un día te levantas con ese cosquilleo en el estómago,como se suele decir con esas mariposillas en el estómago que te hacen sonreir, te hacen hacer y decir cosas que no dirias en un estado normal.
La espera se hace eterna, los segundos parecen minutos, los minutos parecen horas y ves a la gente pasar por tu lado, caminándo a zancadas.
Demasiada prisa llevan para poder vivir la vida con alegría !
Abres el bolso, buscas y rebuscas, sacas algo alargado de un paquete diminuto y después lo vas quemándo lentamente hasta que se consume por completo. Miras el reloj y solo han pasado cinco minutos pero sigue sin llegar...
Empieza a llover y el cielo se torna gris.
Te das media vuelta con expresión triste, decepcionada mas bien. Caminas lentamente hacía la puerta de entrada o de salida y mirándo una última vez hacia fuera esperas encontrar aquéllo que buscas.
Decepcionada, triste y con ganas de arrancarte la cabeza para no pensar...
Miras ese objeto que sacas de nuevo del bolso, coges el mechero y lo maldices pero necesitas no pensar, necesitas que tus sentidos se centren en su sabor, en su inhalación o exhalación. Quizás es una dependencia que espero pase pronto, como pasó hace tiempo, como cuando me olvidé de ello... otra vez.
Judas no me traicionó. Fué mi más querido amigo duante toda mi jornada de vida.
Notas: No profeso ninguna religión, las palabras como en los libros si tienen algún sentido para quién las escribe las considero eso, palabras en un libro y por ello lo cité en esta entrada ^^.
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