domingo, 26 de septiembre de 2010
Miedo
Tengo varios recuerdos en mi mente de cuando yo era pequeña. Iba al colégio en párvulos y yo era una niña solitara, sin nadie a mi alrededor. A la hora del patio jugaba con unas cacerolillas de plástico simulándo que hacía una buenísima comida de barro y tierra seca.
Cuando estaba en clase mi recuerdo no cambia, pintaba las fichas sola, recortaba con las tijeras sola y hasta hacía puzles sola.
No recuerdo el por qué yo era así, ni lo entiendo ahora pero solo sé que mi hora mas feliz era cuando la profesora apenada por verme cada día sola en el patio cogía su manzana, venía a buscarme y me llevaba al bar con ella. No hablaba, yo no decía ni una palabra pero me comía su manzana con una felicidad que yo no tenía en esa hora del patio.
A veces las niñas se me acercaban, me buscaban para jugar a la comba pero presa del pánico les decía que no. Me daba miedo estar con ellas, me incomodaba hasta el límite de poder llorar sin motivo alguno.
Sólo cuando se acercaba un niño llamado Miguel jugaba con él y no me sentía de esa forma. Yo no era sociable, yo no era cariñosa, no me gustaba estar en grupos, unicamente quería estar a mi rollo sin necesidad de cumplir ciertas reglas o normas.
La gente esperaba que por ser niña debía de ser diferente porque las otras niñas así lo eran.
Y ahora tengo miedo...
Miedo porque mi gordete a veces es tan arisco con la gente que parece insultante hacia los demás.
Miedo porque no es todo lo cariñoso que la gente espera.
Miedo porque no quiero que lo "tachen" de arisco y que tenga que dar las mismas explicaciones que tengo que dar yo, con la misma respuesta de no entenderlo porque así es su carácter y el carácter no se explica.
Ese miedo de no querer que tus hijos tengan que pasar por las mismas "tonterías" que algún día tu pasaste.
Con los años yo he comprendido que me da igual la gente que pensó que yo soy arisca o poco cariñosa. Poco importan los besos cuando son falsos, poco importan las buenas caras cuando no las sientes, poco importan las alabanzas cuando lo haces para que la gente hable bien de uno mismo...
Los niños son niños pero yo también fuí niña y no deseo que él tenga que dar explicaciones si no las quiere dar, ni que tenga que hacer cosas que no las sienta.
Miedo de que se tenga que abrir paso con las puertas cerradas y ya contaminadas, porque siempre cuesta el doble abrir una y cerrar la de atrás...
Sólo espero que sienta la misma satifacción que siento yo cuando demuestro que puedo hacerlo.
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me he sentido muy muy identificada con tu historia....pero no tengas miedo tania,ya veras como El puede!!! ya veras!!! animo wapa!!! besitossss
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